Fundamentos Pedagógicos del Proyecto VOLARE

VÍNCULO AFECTIVO

El VINCULO AFECTIVO es un fundamento primordial, un puente a construir en la relación entre el maestro o padre de familia y el niñ@, que le permite a este niñ@ traducir en un gozo profundo por la tarea o actividad que desempeña , de tal forma que en la memoria a largo plazo de cada niñ@ quedará sellado un placer por aprender, por hacer, por construir, por crear, por experimentar, por investigar, por escribir, por sumar, por correr, por hacer un deporte, es decir por adquirir la maestría de cualquier área que se decida abordar, compartir o enseñar.

Todo ser humano por naturaleza desea ser reconocido, tomado en cuenta, un niñ@ cuando se siente querido, aceptado, impulsado sin juicio negativo, estará con toda la disposición y abierto con toda la capacidad contenida por naturaleza propia a recibir la sabiduría que frente a él se desee compartir. Es por esto que la construcción del VÍNCULO AFECTIVO entre quien enseña y quien aprende es el primer paso para crear el ambiente y el contexto ideal o adecuado para que florezca todo el potencial de aprendizaje.

EL VINCULO AFECTIVO es el alma de la PEDAGOGÍA DEL CORAZÓN, es el eje y para asegurar este contexto deberán dominarse las dos JOYAS MÉTODO PEDAGÓGICO Y SABIDURÍA PEDAGÓGICA.

MÉTODO PEDAGÓGICO DE LAS 5 PERFECCIONES

1. LA PERFECCIÓN DE LA GENEROSIDAD: Ser desprendido, desinteresado, afectuoso, darse por completo al niño, dar lo mejor de sí mismo, no juzgarlo ni frustrarlo, evitar condenarlo, por el contrario siempre mostrar la mejor actitud, la mejor disposición y la mejor energía.

2.LA PERFECCIÓN DE LA DISCIPLINA: Acompañar a un niño en su formación exige de un educador o padre  de familia que distribuya adecuadamente sus tiempos, los contenidos o actividades que desea compartir, específicamente dentro de una aula o en el hogar, será necesario que se eli ja detalladamente:

  • a. La organización de los niñ@s en el espacio de la clase o de su hogar, recordar las ágoras griegas y romanas en las que se impartía la sabiduría de los grandes maestros de la historia. Siempre había cercanía, espacio para caminar y llevar el conocimiento hasta el lugar del discípulo, la ambientación favorecía y estimulaba su capacidades, definía sus intereses.
  • b. La cantidad de los mismos atendidos por un adulto o educador.
  • c. La planeación de las actividades por día, por semana, por mes.
  • d. Los tiempos destinados a cada actividad sea en casa o escolar, recreativa o académica.
  • e. Los contenidos dosificados y seleccionados, procurando la transversalidad.
  • f. Las señales e instrucciones sistemáticas para dar indicaciones breves y sobre todo para establecer una comunicación práctica y sencilla: palmada en mano, en hombro, tocar su cabeza, sonrisa, mirada o sonrisa de reconocimiento.
  • g. La forma de supervisar su avance y comportamiento continuamente, los acuerdos, los compromisos que generan beneficios y que en caso contrario que se pierden eventualmente para crear una condición de acción=reacción, que es una ley universal.

3. LA PERFECCIÓN DE LA PACIENCIA. Es saber esperar a alcanzar algo que se desea mucho, y un educador o padre de familia mantiene la gran ilusión de ver a su discípulo alcanzar las metas, vencer los obstáculos, aprender día a día algo nuevo, para lo cual debe ser tolerante, puede apoyarse manejando :

  • a. Los turnos para hablar, para aprender a respetar el habla del otro, para crear un diálogo ordenado, uno a la vez o todos en coro: Mi turno, tu y yo juntos, tu turno /Mi turno, ustedes conmigo, ustedes solitos.
  • b. Motivando y felicitando, también uno a la vez o todos en conjunto: Palmada individual o palmada general.
  • c. Movimiento, oxigenación entre cada ejercicio o actividad, una activación física siempre ayuda a reconectarnos, permitiendo movimiento, oxigeno entre cada ejercicio o actividad, una activación física siempre ayuda a reconectarnos: una salidita o vueltecita rápida y vigilada.

4. LA PERFECCIÓN DE LA ENERGÍA. Un educador o padre de familia que desee acompañar a sus niños, enseñarles todo lo que sabe y todo lo que pueden alcanzar, debe mostrar un gran vigor y tesón por la actividad, aunado a una fuerza de voluntad, de tal manera que los niños perciban esta energía, este entusiasmo que los contagia. La energía se mostrará principalmente en :

  • a. El ritmo y la velocidad de la clase o de las actividades generadas en el hogar. No aburrir.
  • b. La cercanía constante con cada uno de los niños. Cuantas veces sea necesario, volver, volver y volver al lugar del niño y apoyarlo hasta que logre hacer suyo el conocimiento o la habilidad trabajados.

5. LA PERFECCIÓN DE LA CONCENTRACIÓN. tanto el educador o padre de familia como los niños, deben estar en sintonía, concentrados, es decir fi jando la atención, la mirada o el pensamiento con intensidad en el concepto, actividad, diálogo o conocimiento que se esté abordando. Todas las estrategias que puedan llevar a este estado de conducir o llevar a la concentración son bienvenidas, ya sea en combinación o por separado. Un educador o padre de familia puede convertirse en un extraordinario mimo, cantante, poeta o actor, modulando su voz, expresando con todo su cuerpo, emocionando y encantando con todo su ser. Dichas habilidades pedagógicas deberán orientarse principalmente hacia obtener:

  • a. Toda la atención física y visual del alumno o niño a atender.
  • b. Corregir con el ejemplo, la repetición, ya sea del educador o de otro compañero, del padre de familia, cuantas veces sea necesario.
  • c. Preguntar y generar respuestas en voz alta, sistemáticas y continuas sobre los temas, conceptos o ideas que  deseamos que haga suyas, tal como los antiguos sabios en las ágoras griegas.